Disfrutamos del balneario de Sercotel, premio al mejor hotel de salud 2011.
Alhama de Aragón es una localidad zaragozana de unos 1.200 habitantes que es internacionalmente famosa por sus termas, cuyos beneficios para la salud fueron descubiertos en la época romana.
Se encuentra a 115 kilómetros de Zaragoza, junto al río Jalón y en la Comarca de Calatayud, está muy bien comunicada por la autovía que une la capital con Madrid (a 208 km) y que permite enlaces directos por autopista y vías similares con Barcelona, Valencia, Bilbao y otras importantes urbes. También se puede llegar en tren o autobús desde Zaragoza o Calatayud.
El AVE, una de cuyas estaciones está en Calatayud, a unos 20 minutos por la autovía, ha incrementado en los últimos tiempos la comodidad de los accesos a Alhama, lo que convierte a esta localidad en un destino idóneo para el turismo de ocio y de negocios, para “escapadas” de relax y para que gentes de toda edad mantengan en forma tanto el cuerpo como el espíritu. La máxima latina “In Aqua Salus”, que luce junto al escudo de una de las termas más prestigiosas, tiene aquí su más acertado significado.
Alhama: “la fuente termal”
El topónimo árabe Alhama significa «la fuente termal», según se informa en la documentada “web” municipal.
Se concreta que los manantiales medicinales que ya usaron quienes dieron nombre al lugar siguen empleándose en nuestros días con fines terapéuticos. Los edificios de los balnearios se alinean paralelos a la antigua carretera N-II, que discurre por un desfiladero calcáreo. Para defender este paso los musulmanes levantaron una fortaleza cuyos restos todavía se alzan en la vertiente izquierda, dominando el camino y el curso del río.
La primitiva fortaleza fue conquistada por El Cid y luego volvió a manos musulmanas hasta que Alfonso I la ganó para los cristianos definitivamente en 1120. La torre airosa de blanca piedra que destaca sobre el conjunto es posterior: quizá fue levantada en aquel siglo XIV tan agitado por las guerras entre castellanos y aragoneses.
Los establecimientos de baños termales, el castillo, el desfiladero, las casas apiñadas al pie de las rocas, la carretera y el río conforman un paisaje urbano que para muchos viajeros resulta inolvidable, como nos ha ocurrido a nosotros.
Entre los atractivos de Alhama sobresale su lago termal, único en España, de casi dos hectáreas de superficie, con dos islas y un caudal impresionante de cristalinas aguas que brotan a 34º.
El “baño del moro”, en el hotel balneario de Sercotel
Los manantiales de Alhama son de aguas bicarbonatadas, cálcicas, nitrogenadas, arsenicales… Brotan a una temperatura de 34ºC y, por supuesto, son pura salud.
En esta localidad, cuna de tradición alfarera, se rodaron muchas de las escenas, con participación vecinal, de la película cómica “Los jueves, milagro” (1957), del director Luis García Berlanga y en la que las fuerzas vivas de un pueblo llamado Fuentecilla (en la ficción) se inventaban un milagro para reactivar las visitas a su balneario. Entre los alhameños ilustres figura Pablo Luna, compositor de zarzuelas.
Hemos realizado una “escapada” desde Bilbao a Alhama (unos 400 km por autopista/autovía). En el Hotel Balneario de Sercotel, un confortable establecimiento de cuatro estrellas, disfrutamos inicialmente de la amplia piscina activa, de agua termal y que cuenta con hidrojets, jacuzzi, tanques de flotación, tumbonas de hidromasaje y chorros a distintas presiones y alturas.
Seguidamente utilizamos el circuito de contrastes Aqualhama, compuesto por dos piscinas relax a distintas temperaturas, un baño de vapor, una sauna finlandesa, duchas termales de contraste y, para finalizar, se ofrece una infusión revitalizante.
Nos sorprendió gratamente la instalación conocida como “El Baño del Moro y de la Mora”, que integra dos pequeñas piscinas naturales formadas por la erosión del agua caliente que emana de la roca. Se encuentran en su estado original dentro de una gruta incorporada al hotel. Su primer uso data del siglo XI, aunque se intuye que ya era un lugar de descanso para la Guardia Pretoriana de los Césares antes de Cristo. Aseveran que las tropas de El Cid encontraron aquí relajo, en su fatigoso caminar hacia tierras levantinas.
Este coqueto y singular equipamiento forma parte de la amplia y sugestiva oferta del establecimiento. Su director, Gustavo A. Moreno, nos sugirió catar uno de los menús, de excelente relación calidad-precio, que se sirven en el restaurante, así como un tinto de viticultura ecológica, el “Roque Colás”, de la D.O. Calatayud y que encabeza la carta de vinos por dicha circunstancia y porque está elaborado y embotellado en Alhama.
Pese a su “coupage” (garnacha, tempranillo, cabernet sauvignon y merlot) y los 16 meses de contacto con la madera, los taninos no están acentuados en esta añada (2010), que resulta agradable en boca, sobre todo cuando alcanza su temperatura de servicio idónea. Con una graduación de 14,5 parece pedir platos contundentes y su maridaje puede ser perfecto con productos típicos de Aragón, como el ternasco, el jamón, la caza, quesos curados e incluso guisos con determinados hongos.
Un balneario con tradición y modernidad
Tradición y modernidad se unen en este balneario de la mano de un equipo joven, entusiasta y eficaz. Pudimos confirmar las buenas referencias que nos había transmitido a la Revista del Viajero el director comercial del establecimiento, José Luis Fernández, y comprobar “in situ” el por qué le fue otorgado en el 2011 el Premio al Mejor Hotel de Salud.
Dispone de 121 habitaciones exteriores, de Internet Wifi gratis en todo el recinto, balneario, restaurante, salón de belleza, jardines, gimnasio… Asimismo de piscinas termo-activas interiores y exteriores, circuitos de agua, baños de vapor, templarium, duchas Vichy, circular y Kneipp, y muchos otros servicios más.
“Nuestro hotel-balneario es perfecto para relajarse con sus tratamientos y aprovechar los beneficios de las aguas termales. Igualmente para celebrar reuniones de negocio en uno de los once salones”, resaltó el citado dirigente. “Programamos, además, excursiones a lugares de interés como Calatayud, el Cañón del río Mesa, Monasterio de Piedra, Tarazona, Zaragoza, etcétera”.
Explicó que del antiguo y conocido balneario “Termas San Roque y Cantarero” surgió este renovado y moderno hotel balneario pensado para proporcionar el máximo confort y bienestar a sus huéspedes. La riqueza mineral que ofrecen sus aguas termales en sus múltiples instalaciones es su más preciado tesoro.
www.hotelbalnearioalhamadearagon.com
www.sercotelhoteles.com
www.alhamadearagon.es
Fotos: Elena y cortesía del hotel balneario